Antonio
Cada vez que mis labios rozan tu piel de ángel
me van naciendo estrellas en racimos
mi corazón palpita luminoso
y va pariendo lentos remansos de ternura.
Magda
Mi piel arde al sentir tus labios,
estrellas de fuego sobre mi vas dejando,
enloquecido mi corazón latiendo,
guardando para ti dulzura.
Antonio
Cómo no amanecer con la aurora en los ojos
y gotitas de risas en cada comisura de la boca
si tú eres cascada en mis amaneceres
y una playa inmensa en mis crepúsculos.
Magda
Mis amaneceres, abrazada a ti,
cansada y dichosa,
tras una noche traviesa,
bañada por las aguas de tu mar.
Antonio
Cada vez que tus manos convertidas en luces
iluminan mi estancia
y bandadas de garzas salen de tu sonrisa
mi corazón es piano trémulo de sonidos
y mis ojos luceros para tus pasos suaves.
Magda
Mis manos,
cual luceros encienden tu ser,
los tintineos de tu corazón ,
son música para mí.
Antonio
Eres en cada día de tiernos calendarios
un ave picoteando mis días, mis espacios,
y quiero convertirte en antorcha, en paisaje
para hacer nacer ríos poblados de cardúmenes
y caminos diversos para encontrarte siempre
inmensa y luminosa,
geografía eterna y siempre viva.
Magda
Seré tu paloma,
esperándote en mi nido,
donde día a día te aguardaré,
inmensa y luminosa,
en mi geografía eterna y viva,
nacerán ríos poblados de cardúmenes.
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