Será que la luna llena
enloqueció nuestras mentes
dejándonos llevar por el deseo
sin pensar si era malo o bueno.
O que la luna enloqueció de amor
rodeada de esas fuente de luces
hechas por las estrellas, esas que escuchan
por las noches, los sueños de los enamorados.
Quizás tanto tiempo anhelando
aquello que creíamos prohibido
pero era tan tuyo y mío
como es el amor.
Deseamos todo el tiempo, toda la vida,
conseguir lo que imaginábamos inalcanzable
pero eran esas notas calladas,
las que no tocaban ese pasión que allí estaba..
En ese instante descubrimos
cuanto nos pertenecíamos
mil veces negamos lo evidente
luchando por mirar hacia otro lugar.
Fue el impacto de nuestros cuerpos,
la conjunción de nuestras miradas.
intentando no enloquecer
en esas noches dando vueltas a la almohada..
Por siempre serás mi luz
de la mano caminaremos
siguiendo las huellas
que día a día nos marque la vida.
Al final juntamos nuestras vidas,
los dos cogidos de las manos….
unidos por el precipicio de la vida
donde los buenos momentos
darán ese Michelin de oro
que necesitan nuestras almas…
Magda Lluna y Francisco Peiró Gimenez
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