Me acerco cautelosa y miro sobre la colina
una estrella fugaz,
camino contemplando el cielo, una luz me llama,
quizás seas tú o el deseo de amarte.
Me deslumbra el acento y su color, siento pasión,
se revuelven galaxias interiores,
muero por sentirte de nuevo , aunque tu estés lejos,
talvez esa estrella bese tus labios como yo ayer.
Quisiera volar a nuestro planeta azul,
aquel que los dos inventamos, donde vivimos ese sueño de amor.
Y repetir hazañas en las cimas del monte, acariciarnos
sin prisas, justo fluyendo con la brisa y lograr esas tremendas explosiones
en insondables momentos repetidos.
Es imposible olvidar tus besos, cuando yo temblaba cual hoja al viento,
sintiendo tu calidez, ese fuego varonil que me hacía vibrar, enloquecer, llorar de emoción.
No se que será de mi si no regresas a mi cuerpo, jamás podré amar de este modo.
Sobre la grama verde espero, desnuda, para unirnos de nuevo, desatados,
plenamente entregados al oficio ancestral del amarnos sin tabúes,
en plena libertad, estrella amada. Alma de mi alma.
Magda Jardí
Rubí, España
Byron Javier Picado Molina
Estelí, Nicaragua
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